martes, 18 de mayo de 2010

El Sahara Occidental, un conflicto olvidado


El Sahara Occidental hace ya mucho tiempo que ha dejado de ser noticia. Es uno de los grandes conflictos de la descolonización que aún hoy perduran y que sigue sin resolverse. Es evidente que actos como los de Aminatu Haidar no contribuyen a la resolución del conflicto, pero sí a que los medios de comunicación internacionales hablen de él, especialmente España. Son ya 35 años de ocupación de sus territorios por parte de Marruecos, 35 años de exilio de un pueblo y 35 años de esperanza en una resolución a su situación de refugiados, que nunca llega.

Son personas apátridas que han perdido el derecho de ejercer como ciudadanos de un país, con una identidad y cultura propia. Uno de los muchos riesgos que corren es la desaparición de los referentes territoriales. Actualmente hay generaciones enteras de saharauis que el único referente directo que conocen de El Aaiún, Smara, Dahla, etc. es la memoria de las generaciones más mayores y las wilayas situadas en Argelia que llevan sus nombres, ya que nunca han podido entrar en los territorios del Sahara Occidental ocupados por Marruecos.

Esta separación física se inició en 1980 cuando Marruecos empezó la construcción de un muro, el triángulo de seguridad, que dejaba dentro del territorio a Smara, El Aaiún y Bucraa en un intento de controlar sus recursos naturales y evitar las incursiones de la armada saharaui. En ese sentido, lo que realmente buscaba el reino de Marruecos era asegurarse la explotación de uno de los yacimientos de fosfato más grandes del mundo, situados en Bucraa, para apropiarse de los beneficios económicos. Los recursos naturales que se extraen de los territorios ocupados del Sahara Occidental (fosfatos, pesca, pozos de agua, etc.) no son propiedad de Marruecos, sino de los saharauis tal y como indican las instituciones supraestatales. Un claro ejemplo de ello es el artículo 2711 de las Naciones Unidas (NNUU) que reivindica la necesidad de salvaguardar los recursos naturales del territorio saharaui. Hans Corell, sub-secretario General para Asuntos legales de NNUU en 2002 fue más allá y declaró que “la Asamblea General ha condenado la explotación y el robo de los recursos naturales o cualquier actividad económica que vaya en detrimento de los intereses de la población saharaui y les prive de sus legítimos derechos sobre sus recursos naturales”.

Esta técnica de aislar los territorios se extendió y por tanto el muro que separa los territorios ocupados de los liberados también creció. Actualmente el conjunto de muros que dividen el Sáhara Occidental tienen una distancia de 2.720 km y es la fortificación militar más grande que existe después de la Gran Muralla China. Sin embargo a diferencia de otros muros este no es de hormigón, sino que está formado por un territorio minado (más de 5 millones de minas), alambre de espino y un montículo de arena. Aproximadamente cada 5 km. existe una base marroquí que también dispone de radares y sensores de movimientos. Este elemento constituye una vulneración de los derechos humanos, a la vez que resulta también una muestra de poder, opresión e imposición de un pueblo sobre otro.

Tal y como podemos intuir los costes del conflcito son muy elevados para ambos lados, aún así el más perjudicado es el pueblo saharaui. Son ellos los que tienen que vivir en los campos de refugiados situados en Tindouf en condiciones precarias. Esa precariedad viene marcada por la escasez de recursos: alimentos, agua, medicamentos, etc. que los hace totalmente dependientes de las ayudas exteriores. Esta situación también impide crear y desarrollar cierto tejido comercial y económico en la zona. Además la mayoría de las familias se encuentran divididas, una parte en los territorios ocupados y lo otra en los territorios liberados de la RASD y/o los campos de refugiados. Otra de las consecuencias son las víctimas que provocan la presencia de minas en el territorio

En las zonas ocupadas estos costes se traducen en la perdida de las libertades de los ciudadanos saharauis, como la eliminación del derecho de libertad de expresión, de libre asociación, de movimiento, etc. A su vez las autoridades marroquinas recurren al encarcelamiento y retirada del pasaporte de los activistas. El único delito que han cometido es defender la causa saharaui y aprobar la tesis legítima del Frente Polisario en el conflicto. Otro de los problemas derivados de la ocupación marroquí es el de la aculturación de su población. Esto es posible gracias a la política que Marruecos lleva a cabo para poblar esa zona mediante colonos marroquís. Esta es una forma de salvaguardar sus intereses si nunca se llevara a cabo el tan prometido referéndum.

También hay que tener en cuenta el coste económico que supone la continuidad del conflicto para Marruecos, que tampoco es nada despreciable. Supone una mobilización continua del ejercito en la zona de los territrios ocupados y en los destacamentos del muro. Es decir, un elevado gasto en tecnología, armamento, salarios, etc. que deja de invertirse en el desarrollo social y económico del país.

Finalmente terminar señalando que la causa del exilio de miles de saharauis es una causa política, en gran parte provocada por España y los Acuerdos de Madrid de 1975. En estos acuerdos España (potencia colonizadora) cedía a Marruecos y Mauritania el Sáhara Occidental sin llevar a cabo su promesa de referéndum de autodeterminación. Actualmente se ha convertido en un espejismo en medio del desierto, una ilusión de algo que podría llegar a ser.

viernes, 16 de abril de 2010

Aquí no es cobra a final de mes

Les retribucions al treball al Sahara Occidental no són equiparables, ni en la temporalitat ni en el volum, amb els països europeus. El principal factor que ha condicionat aquest fet ha estat l’escassetat de divises en l’economia saharaui.

La circulació de moneda entre el poble saharaui fou inexistent durant el període de guerra oberta contra el Marroc comprés entre l’any 1975 i 1991. És a partir d’aquest any i coincidint amb l’alto al foc quan es començà a produir l’entrada de divises. La primera font d’ingressos d’un percentatge considerable de la població es produí amb el pagament per part del Govern Espanyol de les pensions militars endarrerides durant el període belic. Amb aquesta considerable entrada de capital aparegué un incipient comerç destinat a satisfer les necessitats dels que havien combatut amb l’exèrcit espanyol. D’aquesta manera, es reprengueren les relacions comercials i el diner començà a circular de mà en mà.

Una altra entrada de diners a l’economia saharaui es produí a partir del 95 amb les vacances de pau. Fou aquest any quan que els infants saharauis comencaren a passar les vacances d’estiu amb famílies europees, especialment espanyoles. Aquestes famílies comencaren a enviar diners a les famílies saharauis de la canalla.

Finalment, una tercera entrada de capital s’ha produït a través de l’enviament de part del sou dels saharauis que treballen a Europa a les seves famílies.

Militares, hijos del pueblo saharaui

Mijek es la tercera región militar, de las siete que componen los territorios liberados del Sáhara. Tiene 300 Km de responsabilidad, frente a la línea de defensa del ejército marroquí: el muro que separa el territorio saharaui del territorio ocupado por Marruecos. En esta línea fronteriza tienen el primer regimiento de infantería i artillería motorizada marroquí. Al sur frontera con Mauritania y al norte con Marruecos.
A unos 2 km del campamento militar hay un asentamiento de la MINURSO (donde nos han vetado la entrada) con cooperadores de todo el mundo, que diariamente patrullan en la zona, tanto terrestre como aéreamente para controlar el alto al fuego. Por parte de Marruecos siempre hay una cierta violación del alto al fuego: practicas con tanques, reforzamiento del muro, enterramiento de minas anti persona, compra de armas (a menudo renuevan armamiento), espionaje, etc. Todo esto prohibido por la ONU.
Los saharauis militares son hijos del pueblo, ciudadanos de a pie, sin especialización militar. Lo hacen por la obligación personal y moral de defender su país. Por eso estas milicias tienen un carácter popular, más de resistencia que de ejercito clásico.
En general, los territorios liberados de la RASD son una zona bastante segura, aunque se encuentren fronterizos con Mauritania y el muro. La seguridad en la zona se debe a las constantes patrullas de los militares saharauis y también a los cooperantes de la MINURSO.

Visites de confiança

La MINURSO duu a terme un programa d’intercanvi de famílies anomenat visites de confiança, des del 2004, dels territoris ocupats als camps de refugiats i dels camps de refugiats als territoris ocupats. Aquesta estància té una durada de cinc dies, que normalment es fa de divendres a dimecres.
Les famílies s’intercanvien a través d’un avió de les Nacions Unides, que surt des de Tindouf fins El Aaiun, Smara, Dahla, Vujdur i Ausered. Les famílies s’apunten als locals de la MINURSO que hi ha a cada wilaia. Per part de cada família poden volar un total de 15 membres.
La selecció de famílies consta d’una sèrie de requisits. La gent gran són els que més preferència tenen per volar, ja que sinó cap la possibilitat que morin sense veure els seus familiars dels territoris ocupats i viceversa. Després d’aquesta primera selecció es pot apuntar tothom qui tingui pares, fills o germans als territoris ocupats. Hi ha famílies que porten 35 anys sense veure’s.
L’arribada als territoris ocupats es fa en un aeroport civil, on passen un estricte control per part de la policia marroquina, ja que se’ls registra tot l’equipatge. Tot el que els marroquins puguin considerar un element de realçar el patriotisme, com per exemple música saharaui, banderes, etc. és requisat per part de la policia.
Aquesta visita tan sols es pot fer una vegada a la vida, ja que el nombre de sol•licitants és molt elevat. Els familiars visitants són objecte d’un fort control per part de la policia i dels serveis secrets existents en aquella zona.
Per altra banda el moviment de les famílies es molt complicat, ja que necessiten un permís especial per desplaçar-se d’una població a una altre. Aquest permís no treu que els controls policials siguin continus.
Els sentiments que desperten aquestes visites és d’impotència, ràbia i tristesa ja que allà, a diferencia dels camps de refugiats on la vida és molt dura, hi ha un element que ho empitjora: la violència a la que han de fer front els saharauis davant la policia marroquí. És a dir, allà perilla la integritat física i la llibertat.

La violación de los derechos humanos en los territorios ocupados es el pan de cada día

La violación de los derechos humanos en los territorios ocupados es el pan de cada día.

Sacar los ojos con cuchillos, rociar el cuerpo de una persona con líquido inflamable y prenderlo, cortar miembros genitales, pechos, brazos, etc. son prácticas cotidianas que ejerce el Reino de Marruecos contra la población saharaui de los territorios ocupados.

Desde 1975 se han contabilizado un total de 500 personas desaparecidas o secuestradas. El último dato oficial corresponde a la desaparición de una menor de 11 años en el 2009. Los familiares de estas personas han intentado que se inicie un proceso de investigación sobre este suceso, emprender medidas legales contra el gobierno marroquí y reclamar el paradero de la menor para que los familiares puedan recuperar el cuerpo y enterrarla. Todo ello les ha sido negado por Marruecos.

A partir de 2005 los saharauis que se quedaron en los territorios ocupados están llevando a cabo una intifada pacífica duramente reprimida por policias, militares e incluso los colonos.

La política que hace tiempo practica el Reino de Marruecos intenta llevar a cabo la aculturación de dicha población, a la vez que dejarla en minoría por si en algún momento se llevase a cabo el referendum de autodeterminación en un intento de asegurarse un resultado favorable. Este aumento de la represión ha comportado un crecimiento en el número de presos políticos encarcelados en la Cárcel negra de El Aaiun. Actualmente en este centro penitenciario hay un grupo de 7 presos que están llevando a cabo una huelga de hambre desde el 18 de marzo de este año, con el peligro que comporta para su salud.

domingo, 11 de abril de 2010

DEMÀ SÀHARA LLIURE, AVUI AIGUA



Wilaya de la Aaiun, camps de refugiats del Sahara Occidental


L’aigua, que ja és un bé escàs i de primera necessitat, s’acaba convertint en un tresor pels habitants del Sàhara Occidental, una comunitat refugiada en constant lluita. La suma d’aquests dos factors accentua molt més la problemàtica.
20 litres d’aigua al dia és la quantitat que correspon a cada refugiat saharaui. Una quantitat ínfima en comparació amb el consum de les societats occidentals. La qualitat del líquid també és molt pobre, arribant-se a produir situacions en les que l’aigua acaba esdevenint font de malalties, com per exemple una epidèmia de còlera al 1993.
Quan es planteja quina petita contribució podem fer al poble saharaui davant la màxima autoritat de la wilaia de la Aaiun, Mohamed Lamin, la resposta és clara: AIGUA. Es tracta de la lluita del dia a dia davant un conflicte de 35 anys. El pragmatisme davant l’idealisme. Avui necessiten més dipòsits i millors infraestructures per assegurar el correcte subministrament d’aquest recurs. Per demà, fer difusió als nostres llocs d’origen del conflicte i reivindicacions del poble saharaui.
La lluita i resistència d’aquest poble per aconseguir l’autodeterminació i el reconeixement del seu estatus presenta molts punts de vista i es troba carregat de múltiples fronts on combatre. Cobrir les necessitats bàsiques com aigua, aliments i medicaments és un conflicte poc visible però, tanmateix, és el que els permet seguir amb el combat per assolir el seu màxim objectiu.
L’obtenció de l’aigua, ja de per si, és una tasca extremadament complicada en un desert. Quan un poble no disposa de recursos, pot acabar sent impossible.
L’aigua que consumeixen el saharauis prové en gran mesura de pous. Les dificultats d’extracció són múltiples: s’han de perforar fondàries de més de 100 metres per arribar al preuat líquid. L’emmagatzament també és complex: cubes que només són repostades cada vint 20 dies fan que aquesta aigua es vagi empobrint fins arribar a ser completament insalubre.
Amb aquesta situació d’escassetat tant precària viuen a diari milers de saharauis refugiats, fent-los esclaus de les ajudes humanitàries i de solidaritat de països com Espanya, Itàlia o Argelia.

Sense aigua no hi ha vida. Sense vida no hi ha llibertat.